Idalia Alpízar Jiménez. Jubilación y calidad de vida en la edad adulta mayor. ABRA. Revista de la Facultad de Ciencias Sociales. 2011; 31 (42): Pág 15 - 26.
El tema de la jubilación ha despertado un gran interés en los últimos tiempos, sobre todo ante los acelerados cambios y aumento de la expectativa de vida. La jubilación, como bien sabemos, es un proceso que requiere de un abordaje integral y de una intervención gerontológica. Por estar asociado a la vejez, en muchas ocasiones implica una amenaza, sobre todo para aquellas personas cuyo trabajo se ha convertido en una fuente de identidad para él.
El impacto que puede tener para las personas la transición de una etapa activa a una etapa menos activa puede desencadenar una serie de afecciones que puede ir en detrimento de la salud física y emocional de la persona. La adaptación a la jubilación resulta pues, fundamental para poder hacer esta etapa más placentera y con calidad.
Lo recomendable, es que la preparación para retirarse se dé unos años antes y si se carece de políticas concretas para dicho fin, es evidente que muchas de las personas jubiladas no han tenido la oportunidad ni de preparación ni de adiestramiento para un manejo adecuado de esa etapa. Las nuevas vivencias hacen que la jubilación sea para muchas personas una etapa de difícil adaptación.
Al ser una etapa de múltiples facetas en la que ocurre una serie de cambios, cobra relevancia la intervención institucional con el fin de evitar que la crisis de la jubilación se manifieste y altere bruscamente el ritmo de vida de muchas personas.
La preparación en la fase previa no siempre es suficiente porque cuando llega el momento, las personas consideran que requieren que se les dé continuidad. La jubilación es una experiencia que sucede a la mitad de la vida, cuando muchas personas no se sienten enteramente satisfechas, y como ya hemos señalado, prepararse para la jubilación es un aspecto significativo para la vida de las personas. Por supuesto, con el retiro laboral de la persona, va acompañado, una pensión que es un derecho que la persona adquiere por haber laborado durante cierta cantidad de años y por hacer cotizado en algún régimen de pensión.
En un principio, la vejez estuvo marcada por la imposibilidad física de seguir trabajando. Cuando, por motivos de salud, se perdía la capacidad de trabajar o dirigir se consideraba que entrada en la "vejez"; mientras que si podía cumplir con los procesos de producción no se era viejo.
Esto hace que el contexto de la jubilación se convierta en el dispositivo burocrático que cambiaba legalmente a las personas por ancianos. Este hecho, en alguna medida ha incidido en que muchas personas le den un matiz negativo a la jubilación y otros, la esperen con ansias en tanto consideren a la jubilación como un derecho ganado y merecido.
Jubilación y proceso de envejecimiento
El envejecimiento como ya sabemos, es un fenómeno afín a la vida misma que incluye todo el proceso de vivir desde la concepción hasta la muerte. También es cierto, que hay que señalar que la edad no puede ser una construcción social, porque no todas las personas con la misma edad muestran el mismo nivel de envejecimiento. De igual manera, llegada cierta edad, se da paso a esa serie de cambios en la vida, y uno de esos cambios abriría el paso a la jubilación.
La jubilación repercute en diversos niveles de la vida, desde los ámbitos familiares y económicos hasta el uso del tiempo libre. En ese sentido, la jubilación es un proceso amplio que requiere de estrategias para poderla vivir de forma plena y que no altere el bienestar de la persona.
Reflexión final
En resumen, retirarse de la actividad laboral contempla una transición que es acompañada de pérdidas, como lo son la pérdida del papel de trabajador, de estatus, de relaciones sociales y cuya incidencia va a depender de factores personales, es importante darle una especial atención.
Hay que conseguir una correcta adaptación a los nuevos cambios en la vida de las personas.
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