AMOR
Amor (título original francés "Amour") es una película de 2012, escrita y dirigida por Michael Haneke. Está protagonizada por Jean-Louis Trintignant, Emmanuelle Riva e Isabelle Huppert. La trama gira en torno a una pareja de ancianos, Anne y Georges, que viven juntos en un departamento en París.
La cinta ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes, un premio Óscar en la categoría de mejor película extranjera, siendo nominada a otras cuatro categorías: mejor película, mejor director, mejor guion original y mejor actriz (Emmanuelle Riva).
‘Amor’ da inicio con un equipo de bomberos entrando a la fuerza en un piso parisino en el que hay un fuerte olor de putrefacción. Cinta de embalaje en los extremos de alguna de las puertas interiores nos hacen temer lo peor, y cuando la cámara entra en una de las estancias nuestros temores se hacen realidad, el cuerpo de una anciana yace rodeado de flores en la cama y su aspecto nos indica que lleva cierto tiempo muerta. A partir de ahí un largo flashback que nos narra cómo se ha llegado a esa situación. Un largo y doloroso flashback, casi como subrayando lo doloroso que es a veces recordar.
Una mañana, mientras el matrimonio de ancianos toma desayuno, Anne se queda sentada mirando al vacío, sin responder a las palabras de su marido. Ante esta situación, Georges va a vestirse para ir en busca de ayuda, pero en ese momento su esposa recobra el conocimiento, sin recordar nada de lo que ocurrió.
Anne es sometida a una cirugía para poder solucionar su problema, pero la operación tiene complicaciones y la anciana queda con hemiplejia derecha, debiendo trasladarse en una silla de ruedas. Ante su situación, Anne le hace prometer a su marido que no la llevará de nuevo a un hospital. La salud de la anciana empeora, pero su marido se dedica a cuidarla. Georges contrata a una enfermera para que lo ayude a cuidar de Anne durante tres días a la semana. Eva quiere que su madre sea trasladada a algún lugar donde la puedan cuidar, pero su padre le dice que debido a su promesa no puede hacerlo.
Georges contrata a una segunda enfermera para que cuide a su esposa, pero la despide luego de descubrir que no hacía bien su trabajo. Anne pierde de a poco su capacidad para hablar de forma coherente, pero su marido se sigue esforzando por ayudarla. Un día, Anne se niega a beber agua, lo que enfurece a su marido y la abofetea. Días después, Georges intenta calmar a su esposa, quien se encontraba gritando de dolor. Georges le cuenta una historia de su infancia, sobre su experiencia en un internado de verano. Mientras llega a la conclusión de la historia, el hombre toma una almohada y ahoga a su esposa hasta la muerte.
El hombre sale del departamento y al regresar trae consigo varios ramos de flores, los cuales lava y corta. Georges toma un vestido del armario de Anne y comienza a escribir una carta. Mientras reposa en una habitación del departamento, Georges escucha ruidos en la cocina. El hombre se levanta y ve a Anne lavando platos. Georges se pone zapatos, ayuda a Anne a ponerse un abrigo y ambos salen del departamento.
En la última escena se muestra a Eva recorriendo el departamento vacío, sentándose sola en un sillón.
En cuanto a las ideas fundamentales que yo he rescatado de este film, recalco las siguientes:
- “No vuelvas a llevarme nunca al hospital.” “No te sientas culpable, no estoy discapacitada. Déjame.” Aquí la protagonista nos quiere transmitir, a mi parecer, que lo único que la mantiene viva, a pesar de la enfermedad, es el poder seguir pensando que es una mujer independiente, y debe estar alejada del hospital cual persona sana. No quiere que su marido la trate de forma diferente a como lo hacía antes por el hecho de tener que depender de alguien.
- En otras escenas hemos visto cómo el marido, aunque no ha propósito, intenta hacer sentir culpable a ella por su situación: “¿te has visto? ¿por qué no pides ayuda?”, o el bofetón que no puede contenerse.
- “¡Qué bonita la vida!” es una frase que Anne repite en la cama un par de veces, mientras ojea un álbum de fotos: un claro de ejemplo de valorar algo cuando sabes que lo estás perdiendo.
- También hemos visto a Anne muy frustrada y enfadada causado por la vergüenza y el malestar que le acarrea su situación, por ejemplo, al orinarse en la cama.
- Su hija sólo aparece cuando su madre está moribunda: busca soluciones de urgencia cuando ya no hay nada que hacer. Se ve muy sofocada y tensa en algunas escenas, sin embargo, su padre (marido de Anne), no lo hace: aceptación.
- Y lo que más repite es la expresión: “¡Duele!”, pero ¿el qué?. Pensando sobre el tema y adentrándonos en el tema del dolor, muchos sabemos que la mayoría de las veces, el dolor psicológico es mayor que el físico. Saber que pierdes a tu marido, tu familia, tu dependencia, tu vida… Eso “¡duele!”.
- Hay dos hemisferios diferentes en la película con respeto al personal sanitario. Una enfermera amable, simpática, cuidadora y asistencial. Otra, desagradable, antipática y maleducada. Una buena forma de hacernos ver que nuestra labor cuidando personas es más importantes de lo que creemos/enseñan.
En la salud y la enfermedad, en los buenos tiempos y sobre todo en los malos. Así debe ser el amor de bueno, y también de doloroso, porque morir no es el mayor dolor que existe, es vivir siendo consciente de que todo acabará en un momento, es vivir amando y que tu pareja te escupa el agua que acabas de darle y hagas algo impensable, es no soportar más que lo que más has querido se deshaga poco a poco en el olvido y la quietud, o en un eterno lamento de queja inevitable. Y sobre todo es tomar la decisión más importante que jamás hayas tomado en toda tu vida, apretando fuerte para que pase rápido y todo lo bueno que fue, es, quede intacto, aunque luego no seas capaz de matar una paloma. Es no juzgar, y sobre todo es quedarse en una casa, antes llena de música, de vida, ahora solitaria sin sus habitantes, pensando. Esperando tu turno.
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