viernes, 21 de noviembre de 2014

Bibliografía 8.Marta Atienza Correas


Sexualidad

Bibliografía: Ignacio González Labrador. Sexualidad en la tercera edad. Rev Cubana Med Gen Integr.2002 Jun;18(3): 220-222

Habitamos en un mundo donde las personas viven cada vez más años y con mejor estado de salud. Sin embargo, aunque la atención del adulto mayor ha alcanzado logros notables, en el tratamiento de la sexualidad en la tercera edad persisten actitudes retrógadas que son similares a las existentes desde siglos anteriores, y que tienden a rechazar o burlarse, y en el mejor de los casos ignorar, la existencia de necesidades sexuales en el adulto mayor.

En muchos casos o circunstancias, tales como trastornos de la salud, pérdida del cónyuge, etc, se crea una base física y social real que justifica la inexistencia de actividad sexual, pero no quiere decir que en estas personas no continúe la existencia del interés sexual.

Los profesionales de la salud no estamos exentos de estos prejuicios socioculturales respecto a la sexualidad del adulto mayor, y hemos hecho poco por esclarecer y/o resolver los problemas que surgen en cuanto a la sexualidad de este grupo.

Hay numerosos reportes acerca de que en la tercera edad se mantiene actividad sexual en un porcentaje elevado de personas, y que se mantiene vivo el interés en el sexo.

La actividad sexual del anciano puede estar infuida por un grupo de factores que incluso pueden hacerla desaparecer, entre que se encuentran:

-La falta de pareja. Esta es la causa que más provoca abstinencia sexual, sobre todo en la mujer (recordar que los hombres mueren 7 años antes como promedio que la mujer), y la sociedad actual no aprueba que ella trate de buscar una nueva pareja, por lo que el entorno social las coloca fuera del juego.
-La monotonía de las relaciones sexuales (hacer siempre lo mismo y de la misma manera).
-Los problemas de comunicación (solo se tratan problemas de la casa, el trabajo y la subsistencia), y no se conversa sobre los temas íntimos que puedan hacer resurgir la intimidad de la pareja.
-La salud física es otro factor importante, pues pueden ser innumerables las enfermedades y los tratamientos médicos que mediaticen las posibilidades sexuales.
-Según haya sido la vida sexual cuando joven, así será la sexualidad del adulto mayor.
-Las condiciones de la vivienda, la convivencia con los hijos dificulta la posibilidad de mantener relaciones sexuales.

Para disfrutar de una vida sexual plena en la tercera edad solo hay que cumplir 3 condiciones:

-Tener un estado de salud razonablemente bueno.
-Estar interesado en la sexualidad.
-Tener una pareja que le resulte interesante.

 Ser una persona de la tercera edad no significa estar oprimida sexualmente.

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